4 de noviembre de 2012

Barreras.

Escribía palabras que no entendían.
Que no estaban a su alcance,
que llegaban al otro lado de la barrera.
Esa que la humanidad a sí misma se crea.

¿Qué puede haber más lejos
que lo que estando cerca no se vea?

La triste ignorancia de los tiempos.
Que no nos lleva,
que no nos crece,
Que no nos deja.

21 de junio de 2012

Días.


Mundos paralelos
lejanos a lo absuelto.
Mundos sin reglas,
de flotantes cuerpos.

Ríos de lavas, de cientos de capas.
Mares de sueños que nunca acaban.
Mañanas fuera de órbita,
madrugadas desordenadas...

Noches a solas moviéndome entre sábanas.
Rescate de palabras.
Lluvia de ojos tristes que escapan.
Caminos sin marcas...¡A ver cómo pasas!

Textura de sal hundida en las aguas,
reflejo del sol al final del alba.

Días en casa, de paz y de calma.
Días sin días. Días sin cartas.

18 de junio de 2012

Sueños fortuitos.


Soy pirata, soy el aire de las llamas.
Soy un barco con las velas al viento.
Soy los dedos que fluyen en las teclas del piano
y que se deslizan por cada rincón de mi cuarto.

Tengo el dulce aroma de la nada
colgando en mi espalda.
Tengo la esencia dulce de la carrera libre,
del que corre sin mirarla.

Soy la orilla del mar en cada playa,
Esa que llega…
Que sube y que baja.

Soy el recorrido de las palabras ligeras,
De las pesadas y de las que no pesan.

Soy la montaña rusa en un recinto cerrado,
pretendiendo desafiar a la gravedad.


Soy la libertad ahogada entre montañas.






3 de mayo de 2012

No creo en los días inciertos.

Aquí, al otro lado del mundo,
donde todo parece
tan sumamente absurdo.

Aquí, donde la libertad
no corre por las paredes de este cuarto.

Donde la creencia de algo
mínimamente fiable...
no existe.


Crecemos en un círculo vicioso
de facilidades y comodidades varias.

Nos acostumbramos a nacer en lo más alto y,
como no, es inimaginable descender.

No podemos sobrevivir
en un mundo simple, sencillo.
Sin criticas a lo que consideramos "distinto".
Nos complicamos demasiado.

No le veo el sentido.
No puedo entender que
las miradas puedan  a veces incluso cohibirnos.


Recurramos a lo pequeño.
Salvémonos con sonrisas
y caricias que puedan salvar este recuerdo.

No huyamos del miedo.
Llevémoslo dentro
pero no como un tormento.

No dejemos que el viento
sea tan fuerte que nos corte las alas,
trabajémoslas para hacerlas fuertes.

Miraré mis dedos cada mañana
y los enredaré en mi pelo,
sin más cobijo que el que
cada día me dará este cielo.

Miraré por las ventanas de mi casa
y sentiré que se acaba el aire,
que se me escapa.

¿Por qué dejar vivir a un cuerpo
toda su vida preso de su silencio?

Corre,vuela.
Nace de nuevo.

No creo en los gatos muertos.
Su maldita suerte me parece un cuento.
No creo en el azar
ni en los días inciertos.

Creo en que el día de hoy
construirá mi mañana
si consigo quitarme las sábanas
y saltar de la cama.

Creo en un día alegre
si consigo sonreír
antes de llegar al espejo y verme.

Creo en una semana feliz,
llena de pequeños momentos placenteros,
si soy capaz de dormirme bien cansada.

Creo en una vida bien vivida
si soy capaz de vivirla
para y conmigo misma.
Con y entre la gente.
A favor...
y a contracorriente.

2 de febrero de 2012

Impossible is nothing.

Una de esas tardes en las que,con tantas cosas que tiene una que hacer, el IMPULSO elige ese mismo momento,ese en el que no parece caber nada más, para florecer en mí, en mis manos y en mis ansias imparables.

Me parecía absurdo no haberlo hecho mucho antes, 
así que, si aún podía tener más ganas de intentarlo,
las tuve.

Los medios, mis condiciones, límites y otras fronteras que podían haberme frenado, no lo hicieron.
Lo intenté, volví a sentir la música en mis dedos.

Así con todo...
cada mañana me despierto y pienso la de cosas que tengo que hacer en ésta, mi vida.
La de pequeños y aparentemente insignificantes retos por enfrentar y superar.


Atrévete, nada es imposible.

1 de febrero de 2012

Ellas.


Les encanta el agua,
pero no tanto como la luz que entra por mi ventana.
He decidido cambiarles el nombre y llamarlas:
tortugas de sol.

Tiene el caparazón más oscuro,
aunque creo que sólo lo aprecio yo.
Con círculitos bien marcados.
No come desde que vive conmigo...
Están hibernando, por lo que no debería preocuparme.

Pero es que.... ¡ella si come!
Es más clara y no tiene círculos.
Es una suicida fugitiva al borde de su "tortuguera".

Ellas son, respectivamente,
Isidora y Manuela, mis nuevas compañeras.