acudiremos.
Para acostumbrar al cuerpo
a su mal olor.
Iremos a los campos,
donde el pudor se encarga
de dar vida a todo lo que crece.
Recurriremos al interior.
Al centro del lodo,
a la boca del huracán,
del cráter.
Y acabaremos con todo.
Nos enfrentaremos al dolor
conociéndole,
acercándonos a él.
Experimentaremos su arma más letal
y acabaremos usándola contra nosotros mismos.
Lo haremos.
Nos acercaremos al estiércol.