Caótica vida mía.

Debo tener suerte de poder resumir
cómo han sido mis pasos...no?

Una sensación ha conseguido siempre
que este corazón se desviva:
El caos.
Ha logrado que estos dedos escriban sin pausa alguna.
El caos, la desesperación, la prisa,
la falta de suspiros, de respiros...

Cada cambio de dirección parece ofrecerme una libreta distinta para escribir.
Cada cambio de aires, de sentimientos, pensamientos..
No parezco tener problema alguno en sentirlas mías
y más tarde no las descubro por miedo.

Esta caótica vida mía siempre sabe cómo enloquecerme.
Cómo entrelazarnos, como separarnos.

Esta caótica vida mía, hoy y siempre,
es sólo mía.
Es una luz y un agujero.
Es contradicción.

Seguiré sintiendo que pongo a prueba cada oportunidad que me venga,
que la analizo, observo, critico, pretendo mejorarla.

Las cosas son tal y como vienen,
no quieras cambiarlas.









Me gusta llenar este blog con aprendizajes. Es una bonita forma de que los que me rodean me vean crecer, y de recordar de vez en cuando, leyendo lo escrito, para y por qué estamos aquí.




Un abrazo :)

Disfruta cada etapa

La vida pasa.
Nos pesa y nos rescata.
Nos ahoga y nos salva.
Los días son a veces meses.
Y otros cortos instantes.
Vamos.
Venimos.
Lloramos, reímos.
Nos atrapamos y liberamos.

La vida es un constante ir y venir.
Mañana llego a ti.
Pasado me vuelvo a casa.
Ayer no eras.
Hoy nada es sino eres tú.

Crecemos, nos hacemos pequeños.
Luchamos a contracorriente.
Amamos, necesitamos.
Fallamos, nos odiamos.
Nos hundimos en el más oscuro rincón de nuestro cuerpo.
Nos sentimos sucios, nos arrepentimos.
Vemos la luz y corremos hacia ella.
Nos cuesta abrir los ojos, la luz nos hace daño.
Pero lo conseguimos, y volvemos a amarnos.
Nos sentimos limpios y tranquilos.

La vida es un constante ir y venir,
Donde nuestro cuerpo a cada instante juega un papel distinto.
Disfruta cada etapa.
Todo empieza.
Todo acaba.

Hoy.

Hoy me fui de ti
lloviendo.
La calle huele a frío, por fin.
Podría decir que me molesta,
pero no,me encanta la lluvia.
A pesar de que no me guste
que forme parte de mi partida.

Duérmete en mi, renace.
Cree en las recuperaciones,
en las subidas.
Luchemos,
recojamos esas piezas del puzzle,
busquemos sus parejas, unámoslas.

Tu y yo, hemos revivido,renacido.
No importa el final más que el camino.

Alzo la mirada,
durante unos instantes no escribo.
Pienso, siento.
Observo los asientos de este autobús.
Me pregunto a dónde va tanta gente.
De dónde vienen.
Qué buscan.
Qué obtienen.
Intento entenderles,
conectar con ellos.
Con los acompañados,
los solitarios,
los que hablan,
los que callan.
Intento arrebatarles pensamientos,
descifrarlos y entenderlos.
Pretendo quedarme con lo bueno de ellos,
enriquecerme de cada tipo de andar diferente,
de cada lengua, cada gesto.
Algo distinto...

Desvanece el sentido de todo.

Desvanece el sentido de todo.
Invítame a un café.
Déjame que te llore mis miedos.
Abrázame.
Suéltame e invítame a otro café.

No me mires.
Sólo escúchame y entiéndeme.
Deja que por casualidad suene esa canción.
Y que sólo mi presencia te haga reír.
Déjame decirte que no te conocí.
Que te conozco ahora y que no me puedo ir.
Déjame andar por las calles,
Patear una lata mientras una gota roza mi cara.
Déjame confundir mis lágrimas con la lluvia.
No me sueltes.

Permíteme darme cuenta de que no hay sentido más bello que el que tu le has dado a mi vida.
Separa mis emociones de las tuyas.
Crécete y créceme.

Paraíso sin ti, yo lo rechazo.

A trabajos forzados me condena 
mi corazón, del que te di la llave. 
No quiero yo tormento que se acabe, 
y de acero reclamo mi cadena. 

No concibe mi alma mayor pena 
que libertad sin beso que la trabe, 
ni castigo concibe menos grave 
que una celda de amor contigo llena. 

No creo en más infierno que tu ausencia. 
Paraíso sin ti, yo lo rechazo. 

Que ningún juez, declare mi inocencia, 
porque, en este proceso a largo plazo, 
buscaré solamente la sentencia 
a cadena perpetua de tu abrazo. 

No creo en más infierno que tu ausencia. 
Paraíso sin ti, yo lo rechazo. 
Que ningún juez, declare mi inocencia.
Antonio Vega.

Quien te cuida

Cuando el corazón no entiende de razones 
y la mente no reconoce sensaciones.

El alma corre en un sentido sin sentido.
Los pasos andan en una órbita desconocida,
con un ritmo de blancos y negros.
La vida corre.
En un suspiro se te escapan los momentos.
Tus ojos van muy rápido,
intentan no perderse nada de lo que les rodea.
Quizás por eso no puedan ver lo que tienen más cerca.

Las manos se deslizan al son de los vientos y de la corriente de la gente.
Boca que no habla.
Boca que no entiende.
Los sentidos captan emociones propias 
y ajenas a lo que llamamos "nuestro".
Intentamos conseguir una respuesta,
una pregunta que sea capaz de descifrar
el secreto que lleva cada oportunidad que se nos presta.

Cielo de grises, de sol y luces.
Cielo de llanto, de recuerdos.
Un cielo espejo de nuestro cuerpo,
de nuestra viciosa soledad.

¿Quién nos acompañará a correr sino nosotros mismos?
¿Quién nos levanta de tropezones
y nos obliga a caer cuando debemos bajar de alguna nube?
¿Quién?
A mi, me ayudan mi conciencia y conocimiento de adulta.
Mi juguetona niña.
Mi agotadora alma de sueños e innumerables vidas.
¿Y a ti?
¿Quién te ayuda?
¿Quién te ama?
¿Quién te cuida?

Correr descalza.

Correr descalzos implica libertad, transparencia y voluntad.
No podría explicar lo que quiero decir con esta frase sin recordar antes el sonido del mar.

Muchas veces encuentro inspiración de lo que quiero ser o conseguir
 en los sonidos y notas musicales que algunos días me regalan:
El susurro de las primeras gotas de lluvia de noviembre,que hoy se dejan descubrir.
La vibración de la sensible ventana de mi cuarto
que se deja seducir por cada movimiento de esta calle; Olof Palme...

Mi primera acera por descubrir, descalza.
Mis primeras vistas personalizadas.
Mi propia percepción de las cosas.
Mi dulce y sincero reconocimiento: Papá,Mamá, os echo de menos.

Correr descalza significa comenzar andando y terminar volando,
significa planificación previa y posterior realización,
implica toda una vida por delante para colorear.
Significa aplicación de conocimientos teóricos a la práctica.
Cada día, recordar aquel libro que guardo en mi memoria
cuya primera página guarda el primer consejo y la primera palabra
de quienes me quieren ayudar a conseguir lo que quiero.

Correr descalza.