11 de marzo de 2011

Aquí arriba todo es diferente.
Son ellas las que observan.
Son las nubes las que,
inmóviles,
van quedando atrás.

Un intenso arco-iris me saluda.
Me dice adiós, hasta pronto.
Lluvia en la ventana.
Asiento 28 F.

Como siempre, unas cuantas
sacudidas para recordarte
que vas a volar.
Sí, vas a volar.

El sol acaricia mi cara
desde bien cerquita.
El mar.
Abajo.
Parece de mentira

Hoy voy a sentir
más que nunca que vuelo.
Dejaré que cada centímetro
de mi cuerpo salga
de este asiento.
Se levante y crezca.
Crezca siempre,
con los pies en la tierra.
Con y sin turbulencias.

Cuántas partes de mi vida
están repartidas.

Un trocito en Polonia.
Donde más lejos.
Hablamos cada mañana
con el pensamiento.
Nos acordamos, ambas,
de las carreras en el pasillo.
De la calvita maligna
y la rubia debilucha.
A pesar de todo
éramos grandes amigas.
Jugábamos con y contra la otra.

Otros dos trocitos
en Tagre.
Dos grandes partes.
De vida, de amor, de ejemplo.
De incondición.
Dos albornoces graciosos.
Un mig ou y una figota.

Otro trozo más.
En la pequeña ciudad.
A veces, no consciente de mi querer.
Que pase rápido el tiempo.
Y sea capaz de verlo.
Que se quiera, que se sienta digna.
Que me quiera y que comprenda
los vaivenes de la vida.

Esto es, y será siempre,
otra manera de comunicarme contigo.
Con tus ojos, que leen.
Con tu mente, que entiende.
Con tu corazón, que siente.


''Fasten seat belt while seated''